Tomamos prestada la definición de leisure de moda del mundo del fashion y la aplicamos a la logística. Lo que resulta es una nueva forma de pensar en la cadena de suministro, basada en la centralidad del comercio electrónico y el papel estratégico de la planificación del transporte.
EL ÁMBITO DEL COMERCIO ELECTRÓNICO Y LA PLANIFICACIÓN DEL TRANSPORTE
Comprendimos que la vuelta a la vida precovid estaba aún muy lejos cuando vimos las nuevas colecciones de las marcas de moda más importantes que sustituyeron los vaqueros y los minivestidos por monos y maxi jerséis. La moda siempre ha sido una especie de detector de cambios, una señal de las nuevas tendencias sociales, incluso antes que las económicas y empresariales.
Porque si hasta Valentino y Jimmy Choo nos imaginan en pijama y zapatillas de deporte en el sofá, viendo Netflix o en modo smart working, eso significa que también nos ven así los mensajeros de reparto que entregan todo tipo de productos a domicilio: desde comida a pizza, desde ropa a fruta fresca.
Los adictos a la moda llaman a esta nueva tendencia de comodidad «moda de ocio», es decir, un estilo cómodo, pero al mismo tiempo de calidad.
Una etiqueta que podríamos aplicar fácilmente también a las tendencias de la logística de última milla que, en el último año y medio, ha marcado cada vez más la diferencia en la elección de los proveedores, tanto desde una perspectiva B2B como B2C.
Una «logística del ocio» que combina comodidad y calidad, lo global y lo local, la sencillez y la sofisticación. Pero esto es desde el punto de vista del consumidor.
¿Y para los operadores del sector?
“JUSTO A TIEMPO»: UNA CRUZ Y UNA DELICIA PARA LA CADENA DE SUMINISTRO Y LA PLANIFICACIÓN DEL TRANSPORTE
Como ya se ha mencionado, parece cada vez más evidente que la vuelta a la normalidad laboral y económica no es tan rápida como todos hubiéramos querido, la convivencia con el virus y una vida limitada en muchos aspectos, impacta de manera estructural en el mundo de la logística y el transporte llevando a una reflexión sobre el nuevo mundo que no sólo tiene que ver con la contingencia, sino que se vuelve estructural.
En los últimos años el mundo de la logística había trabajado con vistas a una reducción de los almacenes, una reorganización de los espacios y los modelos organizativos en un óptimo just in time, pero a la prueba del Covid este modelo ha mostrado el flanco a una serie de criticidades, pecando de poca flexibilidad y excesivos riesgos.
Evidentemente, es muy difícil tratar de hacer predicciones sobre el futuro, pero lo que sí es cierto es que una redefinición de los hábitos laborales y socioeconómicos, llevará necesariamente a una redefinición de la logística y el transporte que tendrá que trabajar cada vez más en una perspectiva estratégica e integrada.
El nuevo reto de la logística consistirá, por tanto, en encontrar un nuevo equilibrio entre las necesidades de almacenamiento y la contención de los costes, la satisfacción de las solicitudes «justo a tiempo» y la planificación a largo plazo mediante herramientas de previsión.
En este escenario, el sector del transporte desempeñará un papel central para garantizar un servicio adecuado tanto en el momento actual de la emergencia sanitaria como en el periodo inmediatamente posterior a la crisis.
El enfoque «Just in time» ha puesto mucho énfasis en el último eslabón de la cadena de distribución, es decir, el operador logístico responsable de la entrega desde el almacén del producto terminado hasta el consumidor/comprador.
En concreto, para adentrarnos en la realidad, el tejido italiano, sobre todo en el norte, está formado por una miríada de pequeñas y medianas empresas que se han visto incapaces de prestar sus servicios en un momento dado, ya sea por motivos económicos (transportes en los fondos de despido) o por razones aún más graves, como una enfermedad o un duelo. Esto ha causado un enorme daño tanto a estas pequeñas empresas como a toda la cadena logística, que basa su fuerza y eficacia en el nivel de servicio al cliente final, acostumbrado ya a la comodidad de todo y ahora.
COMERCIO ELECTRÓNICO Y PLANIFICACIÓN DEL TRANSPORTE SOSTENIBLE: EL RETO DEL FUTURO
En este sentido, no hace falta decir que el comercio electrónico es el gran protagonista de este giro logístico. Los datos atestiguan su crecimiento exponencial incluso antes de Covid, pero la pandemia ha actuado como acelerador, determinando su absoluta centralidad.
El desarrollo de plataformas dedicadas a la última milla ha echado raíces incluso en un mercado como el italiano, que históricamente sufre cierto retraso digital y estructural.
El comercio electrónico implica para las empresas la necesidad de adoptar nuevas fórmulas de distribución que tengan en cuenta no sólo la eficiencia de los costes de transporte-distribución y de las operaciones de almacén, sino que puedan adaptarse fácilmente a los cambios tecnológicos, medioambientales y económicos de forma sistémica y sostenible.
En el contexto actual es necesario adaptar las lógicas de transporte y entrega, teniendo en cuenta la combinación de la experiencia en línea y fuera de línea, la analítica y la experiencia sobre el terreno, la optimización matemática y los modelos sólidos de previsión.
En este sentido, Ublique, la plataforma de inteligencia de decisiones de Spindox, no es sólo una herramienta de apoyo a las decisiones empresariales, sino que con sus módulos verticales dedicados al diseño de la cadena de suministro, a la optimización del almacén y al transporte, pretende convertirse en un motor de la innovación de la empresa tanto a nivel operativo como estratégico.
El modelo de negocio implantado por la pandemia exige una gestión capaz de tomar decisiones cada vez más rápidas, cuya dirección se confía no sólo a los datos y su variabilidad, sino también y sobre todo a un enfoque «ecológico» que tenga en cuenta muchas variables en juego. En un momento como éste, en el que el equilibrio entre costes y beneficios es tan precario, el uso de un sistema de gestión del transporte (TMS) será fundamental para la correcta gestión de los costes de transporte, las emisiones de CO2, la planificación de las ruedas y la planificación de la flota.
En este sentido, la solución de «Planificación del transporte» de Ublique ha demostrado ser un aliado válido para todos aquellos actores, especialmente en el sector de la distribución de alimentos, que durante la primera oleada de la emergencia de Covid pudieron garantizar un alto nivel de servicio a quienes se quedaron en casa y desde su sofá libraron, como todos, su batalla.
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